El fin de semana pasado hemos terminado el primer Curso de Coaching Personal "Crea el Futuro que querés vivir" en Asunción, Paraguay. Ha sido una experiencia maravillosa de aprendizaje conjunto y superación de cada uno de los participantes. Participaron: Diana Kurita, Guillermo Kurita, Juan Carlos D´Andrea, Mako Mitsui, Marco Saucedo, Masami Goto, Mika Nishijima, Mino Shimosoeda, Rodrigo Duarte y Sonia Bogarín.
Este es el primer curso de muchos cursos más que se vendrán en Paraguay. Estoy seguro que estas semillas que vamos sembrando darán miles de frutos que nos harán crecer a todos como personas de bien.
Nos sentimos orgullosos por lo logrado y más orgullosos por haber conocido a tanta gente maravillosa que ha dado lo mejor de sí y que está encaminandose para cumplir un montón de sueños hermosos que hemos compartido entre lagrimas, risas y mucho amor.
El próximo curso será en Octubre y espero que podamos conocer a mucha más gente que se anime a ir por más.Proximamente estaremos difundiendo más detalles sobre este próximo curso.
domingo, 14 de julio de 2013
jueves, 4 de julio de 2013
Convirtiendose en un Experto* (parte 1)
Treinta años atrás, dos educadores húngaros, Lásló y Klara
Polgár, decidieron desafiar la creencia popular que las mujeres no pueden ser
exitosas en áreas que requieran utilizar el pensamiento espacial como el ajedrez. Ellos
quería dejar en claro el poder de la educación. Los Polgár educaron en su hogar
a sus tres hijas, y como parte de la educación de las niñas, comenzaron a jugar
ajedrez con sus padres a una muy temprana edad. En el año 2000, las tres hijas estaban rankeadas entre las diez mejores jugadoras del mundo. Judit, la más joven de las tres, se había convertido en Gran Maestro a los 15 años, rompiendo el
récord como la persona más joven en ganar ese título, en poder de Bobby
Fischer, por un mes. Hoy es una de las mejores jugadoras del mundo y ha
derrotado a casi todos los mejores jugadores masculinos.
No son pocas las suposiciones acerca de las diferencias de género
en la experticia** que han comenzado a desmoronarse. En 1985, Benjamin Bloom,
profesor de educación en la Universidad de Chicago, publicó el libro
“Desarrollo de Talento en los Jóvenes” que examinó los factores críticos que
contribuyen al talento. Dio una profunda mirada retrospectiva en la infancia de
120 intérpretes de élite que habían ganado concursos o premios internacionales
en campos que van desde la música y las artes, a las matemáticas y neurología. Sorprendentemente,
el trabajo de Bloom no encontró indicadores tempranos que podrían haber predicho
el éxito de los virtuosos. La investigación posterior que indica que no existe
una correlación entre el Coeficiente Intelectual (CI) y el rendimiento experto en
campos como el ajedrez, la música, el deporte y la medicina ha confirmados sus
hallazgos. Las únicas diferencias innatas que pueden ser significativamente
importantes, sobretodo en los deportes, son la altura y el tamaño del cuerpo.
Entonces, ¿qué se correlaciona con el éxito? Un dato que
sobresale con mucha claridad en el trabajo de Bloom es que todos los magníficos
intérpretes que investigó habían practicado intensamente, habían estudiado con
maestros dedicos, y que habían sido apoyados con entusiasmo por sus familias a
lo largo de sus años de desarrollo. Investigaciones posteriores fundadas en el
pionero estudio de Bloom revelaron que la cantidad y la calidad de la práctica
fueron factores clave en el nivel de conocimientos alcanzados por las personas.
Consistente y abrumadora, la evidencia muestra que los expertos siempre se hacen, no
nace. Estas conclusiones se basan en una investigación rigurosa que
observó un rendimiento excepcional utilizando un método científico que es verificable y reproducible. La mayoría de estos
estudios fueron compilados en el “Manual de Cambridge de la Experticia y el
Desempeño Experto” publicado el año pasado la Prensa de la Universidad de
Cambridge y editado por L. Anders Ericsson, uno de los autores de este
artículo. El manual de más de 900
páginas incluye contribuciones de más de 100 destacados científicos que han
estudiado la experticia y el rendimiento superior en una amplia variedad de
ámbitos: cirugía, actuación, el ajedrez, la escritura, la programación de
computadoras, el ballet, la música, la aviación, extinción de incendios y
muchos otros.
El viaje hacia el rendimiento verdaderamente superior no es
para los débiles de corazón o para los impacientes. El desarrollo de la genuina experticia requiere lucha, sacrificio y honestidad con una dolorosa
autoaceptación. No hay atajos. Le tomará al menos una década para lograr la
experticia y tendrá que invertir ese tiempo sabiamente, mediante el compromiso en la
participación deliberada, práctica que se enfoca en tareas más allá de su nivel
actual de competencia y la comodidad. Necesitará de un coach bien informado, no
solo como guía para realizar la práctica deliberada, sino también para ayudarle
a aprender a cómo entrenarse a si mismo. Sobre todo, si se quiere lograr el
máximo rendimiento como un gerente o un líder, tendrás que olvidarte del
folclore acerca de la genialidad que hace que muchas personas piensen en que no
pueden tener un enfoque científico para el desarrollo de conocimientos. Estamos
aquí para ayudarte a explotar esos mitos.
(*) esto es una transcripción del Hardvard Business Review del artículo de K. Anders Ericsson, Michael J. Prietula y Edward T. Cokely de Julio de 2007. Pueden encontrar la publicación completa en inglés en http://hbr.org/2007/07/the-making-of-an-expert/ar/1
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